miércoles, 8 de septiembre de 2010
La Crisis de los valores en nuestra sociedad
El ingenuo optimismo en el progreso y la evolución del ser humano, alimentado sobre todo en los años de la Ilustración, ha dejado de tener sentido. Muy al contrario el tipo de sociedad, el modo de vivir de nuestra sociedad postmoderna, no parece promover la vida feliz sino una vida cómoda aunque carezca de sentido.
Apuntado ya ha lo compleja que resulta la realización práctica de las metas que cada uno acepta para sí en el curso de la vida. Pero el factor decisivo de complicación es el entramado social en abierto conflicto de valores.
Hay una conflictividad que es interior a la persona. Hay una conflictividad que es social y una conflictividad cristiana. Hay una conflictividad entre los cristianos y la sociedad, entre los valores sociales de uno y otro grupo y dentro del mismo hombre.
Conflictividad Interior: La descripción mas adecuada para esta crisis interior estimo que es la perplejidad.
Perplejidad Personal: Desde la frustración y la despersonalización, nada es posible ante esta sociedad opresora y alienante. Hay que rendirse. Somos llevados en el curso de la vida; nos limitamos a buscar el mejor acomodo para no ser triturado por la máquina social. No tiene sentido, es peligroso afirmarnos frente a ella. Una muestra elocuente es el proceso que lleva a muchos jóvenes de las escuela al paro y de ahí a la evasión drogada o delincuente, a los mayores al materialismo y a la deshumanización.
Perplejidad personal por la existencia de una presión social estructural que crea un marco normativo inapelable, y exige sumisión automática en nombre de la eficiencia del conjunto. Lo cual supone la presión por disfuncional de cualquier ámbito de experimentación ética, de búsqueda de nuevas salidas o valores, originales y libres. Y todo esto compatibilizado a la fuerza con la exaltación formal de la iniciativa personal. El mundo de las mil posibilidades... mermadas.
Perplejidad personal provocada por una pluralidad inabarcable. Pluralidad de significados aun en el contenido de los valores o realidades más originarias. Hablamos con las mismas palabras de los mismos significantes y escondemos así la multiplicidad de significados.
¿Qué significa para cada uno de nosotros trabajo, honradez, diversión, dinero, laboriosidad, ahorro, familia, hijo, pareja.....?
Muchos de estos valores entrañan realidades divergentes y contradictorias. Tenemos que reconquistar el sentido más autentico y genuino de las palabras.
El hombre de hoy contempla en su conciencia una gran vacío de valores, no es posible separar la crisis de valores de la crisis social. Cualquier reajuste social y mucho más un cambio social, implica siempre un reflejo en el sistema de valores. Los cambios sociales acaecidos en el último cuarto de siglo son tan radicales que se puede hablar de una metamorfosis social y cultural.
El desfallecimiento de la regulación interior de la conducta se sitúa en el origen de muchos comportamientos desviados entre lo que cabe destacar las toxicomanías, ciertos tipos de delincuencia, e incluso la disociación familiar.
Causas y Consecuencia de las perdidas de los valores
CAUSAS:
* La desintegración y los conflictos familiares
Los divorcios
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La situación económica
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Deserción escolar
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Desobediencia
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Drogadicción
CONSECUENCIAS:
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Surgimiento de bandas
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Prostitución
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Embarazos prematuros y no deseados
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Robos
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Transculturación
*
Abortos en jóvenes a temprana edad
*
Relaciones sexuales promiscuas
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