sábado, 19 de febrero de 2011
¿DÓNDE ESTÁ LO SAGRADO?
Cuando era un joven inexperto, me preguntaba muchas cosas y no tenía un familiar que me pudiera explicar o aclarar a dichas inquietudes. En la actualidad, veo a muchos jóvenes que se encuentran en esa situación. Algunos adultos no estamos preparados o desconocemos que significa lo sagrado y los confundimos con cosas humanas.
Aquí presento algunas situaciones del quehacer cotidiano de nuestros jóvenes:
1. Un joven se levanta de su cama, desayuna y sale de su casa, sin saludar y despedirse de sus padres.
2. Cuando estos jóvenes tienen algunas dificultades no encuentran a sus padres en casa, y éstos van al amigo más cercano para consultarle, y en la mayoría de los casos, lo llevan por caminos distorsionados.
3. Cuando los jóvenes se reúnen, siempre hablan de fiesta, deportes, moda, etc. En algunos círculos de amigos estos se proponen reglas, modelos y valores que están muy alejados de las enseñanzas de nuestro Salvador Jesús.
Bueno podría continuar, pero estos tres puntos nos sirven para llegar a comprender el asunto a tratar. Ahora presentaré las mismas situaciones, pero contrarias a las otras.
1. Un joven se levanta y agradece a Dios por un día más de vida y por la salud de sus padres y le pide ser un instrumento para hacer su voluntad en este mundo. Va a desayunar con sus padres y todos SOLICITAN A DIOS, su bendición de los alimentos y dar las gracias por tenerlos en la mesa.
2. Cuando ingresamos en la parroquia, que es el Templo de Dios, inclinamos nuestras rodillas en dirección del Santísimo Sacramento, símbolo de respeto y saludo a nuestro Padre Celestial. Nos arrodillamos para poder comunicarnos con Dios, ya sea con el rezo y/o la oración, y nos abandonamos a Dios, para que nos dé la salud, el trabajo y el amor solicitado. Al terminar nuestra oración o rezo, nuevamente inclinamos nuestras rodillas para poder solicitar permiso para poder retirarnos de ahí, con mucho respeto.
3. Cuando nos reunimos, hablamos de las enseñanzas reveladas en las Misas, a través de los ministros de Dios. Y hablamos cuán importante es comulgar y estar en gracia de Dios y entender este acto sagrado, cómo nos permite estar muy cerca de él y cumplir su Santa Voluntad. Cuando nos reunimos en algunos círculos de amigos, nos proponemos reglas y modelos y valores de nuestra Doctrina Católica: de un bienestar común como hermanos de un mismo Padre Celestial y asistencia al prójimo necesitado. De cómo practicar nuestro amor a Dios y al prójimo. Hay intereses personales que tenemos que renunciar para poder ser instrumentos aquí en nuestra comunidad.
Dios mío permítenos hacer tu voluntad.
Autor: Abel Guillermo Campos Elescano
Licenciado en Educación
Licenciado en Administración de Empresas
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