miércoles, 20 de junio de 2012

COMUNICADO FRENTE AL PROYECTO DE LEY QUE DESPENALIZA LAS RELACIONES SEXUALES CONSENTIDAS DE MENORES DE EDAD.‏

EN DEFENSA DE LA ADOLESCENCIA Y JUVENTUD Ante la pretendida aprobación del proyecto de Ley que despenaliza las relaciones sexuales consentidas de menores entre 14 y 18 años, en mi condición de Arzobispo de Trujillo y ciudadano de este querido país, me siento en la obligación de expresar lo siguiente: 1. Lamento que este tema, por la importancia que requieren los asuntos de la adolescencia y juventud de nuestra patria, se haya tratado con la rapidez y sin la necesaria profundidad que amerita, puesto que afectará a uno de los sectores mayoritarios y trascendentes para el sano y sostenido desarrollo de nuestra patria. 2. Se extraña en esta propuesta la fuerza de los principios que la Constitución del Perú establece, como en su artículo primero cuando prescribe que la defensa de la persona humana y el respeto de su dignidad son el fin supremo de la sociedad y del Estado. La misma Constitución establece que toda persona tiene derecho a la vida, a su identidad, a su integridad moral, psíquica y física. 3. Por todos es conocido que los adolescentes y jóvenes, por su edad, están en una especial condición de vulnerabilidad, por lo que requieren del Estado y de los padres de familia una especial atención, básicamente para garantizar su formación y madurez como personas humanas; es por ello que el Art. 4° de la misma Constitución prescribe que la comunidad y el Estado los protegen. 4. La presente ley pretende limitar el derecho de los padres o tutores respecto a los menores de edad entre los 14 y 18 años en un tema tan trascendente en sus vidas y cuando éstos todavía no han alcanzado la total madurez física, ni psicológica y social que conforme a nuestra normatividad y las legislaciones comparadas, se alcanza a los 18 años de edad. 5. Proporcionar a los menores un camino legal para “consumir” sexualidad es reducir la sexualidad a su valor más ínfimo y con ello no estamos dando un servicio constructivo a la persona, sino que propiciamos la “alienación” de la misma en lo más grande que tiene, su dignidad. Además, esto nos llevaría a la contradicción jurídica en que la ley en otros aspectos exige 18 años para votar en las elecciones, el permiso de los padres para viajar, pero en este caso, no. 6. Determinar por ley que los menores de edad tienen la madurez suficiente de prestar su consentimiento en el tema de su vida sexual, no escapa a unas consecuencias ético-morales de imprevisible alcance; generará el inicio prematuro de la misma en los menores, incrementará la paternidad no responsable, el aborto, la acentuación del libertinaje y promiscuidad, nuevas situaciones de injusticia, explotación y abuso en edad juvenil y la pérdida de valores necesarios en la formación de hombres y mujeres de bien. 7. Invoco a los congresistas a que, actuando responsablemente, analicen las serias implicancias en contra de los adolescentes, de la juventud y de nuestra sociedad, que el proyecto de ley planteado trae consigo, para que cumpliendo su rol de defensores de la persona humana, de su dignidad y de su auténtico desarrollo, no permitan un equívoco de este nivel. 8. Hago un llamado a todos los padres de familia, para que exijamos se encuentren planteamientos positivos, formativos y educativos a favor de la adolescencia y juventud y alejemos de nuestras agendas las propuestas que nos debilitan como sociedad y nos hacen más vulnerables en orden a una formación integral de los peruanos. Trujillo, 18 de junio del 2012. + MIGUEL CABREJOS VIDARTE, OFM. Arzobispo Metropolitano de Trujill

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