jueves, 11 de noviembre de 2010
Hacer el bien sin mirar a quien
¿Qué es esto de “hacer el bien sin mirar a quién“?
Muy fácil, consiste en que al hacer cosas por alguien simplemente las hagamos, sin esperar agradecimientos.
No busquemos reconocimiento y agradecimiento… hagamos lo que ha de hacerse. A su tiempo Dios nos agradecerá todo aquello que hacemos.
Muchas veces la gente que está en nuestro entorno no se da cuenta de lo mucho que hacemos por estar con ellas, aún cuando no logramos entenderlas.
Tengo una amiga que siempre está en problemas y no se da cuenta que está mal en sus decisiones, pero yo la sigo perdonando. Es triste, pero parece que cada vez que tiene una ocasión de dar gracias sale con una crítica.
Sé que duele mucho, pero en la vida hay personas así, piensan que tienen la razón en todo y no dejan margen para el error.
Si tenemos un amigo que está viviendo un mal amor, alguien que no le conviene, por todos los medios posibles tratamos de decirle que no está bien lo que hace, pero no hace caso porque no ve más allá de lo que está viviendo, y seguimos al lado de ella pues sabemos que nos necesita.
Cuando somos hijas y ayudamos a nuestros padres nunca es suficiente, puedes darlo todo pero eso no te hace la mejor, y quizás otro hermano que no da lo más mínimo a nuestros viejos, sean más queridos que los que estamos siempre con ellos. Y eso ocurre en todos los ámbitos, no sabemos agradecer lo que se nos da sin condiciones.
A veces tenemos amigos muy posesivos, quieren todo nuestro tiempo para ellos mismos, y aunque se lo estés dando siempre te exigen más, y eso es mentalmente agotador, es muy desgastador.
Por eso siempre pienso que se debe ayudar a todas las personas que nos necesiten, y no abocarse a una sola, porque nos desgata mucho y nunca será suficiente, ni para los amigos, padres, hermanos…
Dios en su infinito amor nos da la capacidad de poder dar mucho amor y no esperar nada de nadie, pero es cansador. Puede que sepas lo que es vivir con alguien así, nunca podremos llenar los sacos de estas personas, siempre estarán vacías porque son sacos sin fondo.
Lo único que queda es hacer el bien sin esperar nada a cambio, porque tu premio viene del cielo.
El amor de nuestro Señor, que te bendecirá con un lindo hogar, con un buen amor, con buenos amigos… esa será la recompensa de nuestro sacrificio por tratar de satisfacer a todos lo que amamos, pero cuando ésta no está preparada es como sembrar en el desierto…
© 10 de Marzo, 2008, Autor: Shoshan
Publicado anteriormente en Toda Mujer es Bella.
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